Hasta ahora existía la falsa creencia de que si alguien en el transcurso de una conversación o al contestar a una pregunta, miraba a la derecha estaba mintiendo o si miraba hacia la izquierda estaba diciendo la verdad.
Después de la realización de varios estudios por investigadores de la Universidad de Edimburgo, se ha demostrado que finalmente no hay relación alguna entre los movimientos oculares que podemos hacer con nuestros ojos y si estamos mintiendo o diciendo la verdad.
Una de las científicas que ha realizado la investigación Caroline Watt, lo desmiente, y ha afirmado que ya es hora de dejar de tratar de detectar el engaño siguiendo ese criterio.
Tras la realización de diversos estudios neurológicos lo que sí se ha demostrado es que los movimientos oculares están asociados con la activación de distintas partes de nuestro cerebro.
Así se ha constatado que para buscar imágenes que recordamos, solemos mover los ojos hacia arriba a la izquierda. Si lo que hacemos es crear imágenes que no hemos vivido, movemos los ojos hacia arriba y a la derecha. Si estamos resolviendo un problema o sacando conclusiones dirigimos nuestros ojos hacia abajo a la izquierda.
Estos movimientos normalmente se repiten en la mayoría de las personas, pero hay que tener en cuenta que pueden variar por ejemplo en personas zurdas.