Consejos para una buena salud visual
La vista es nuestro sentido principal, como lo demuestra que casi el 90% de la información que recibimos diariamente está procesada por nuestros ojos. Sin embargo, solo les prestamos atención cuando nos producen algún tipo de molestias. Evitar el cansancio, las infecciones o enfermedades en nuestros ojos depende en gran parte de los cuidados que les prestemos y de seguir unos simples consejos sobre salud visual.
Además de todas las precauciones o cuidados que podamos enumerar debemos destacar la necesidad de afrontar una revisión por parte del optometrista cada año, sobre todo si ya hemos llegado a los 40 de edad, aunque no hayamos experimentado molestias. Un examen visual nos permite el control de enfermedades como miopía o astigmatismo.
La alimentación es muy importante para la salud de los ojos, especialmente si contiene vitaminas A y C. Las verduras de hojas verdes nos ayudarán notablemente. Igualmente, los ácidos grasos omega3 presentes en muchos tipos de pescado disminuyen el riesgo de enfermedades oculares.
Hoy resulta imposible no contar con ordenadores, móviles o cualquier otro tipo de pantalla. Pero, sí que podemos evitar que los ojos se resientan con un uso inadecuado. Para evitar el cansancio, nunca deberemos usarlos a oscuras y habrá que respetar unas distancias, que llegan al mínimo de 2 metros en las pantallas de televisión y unos 50 centímetros en monitores de ordenador. Además, es muy conveniente hacer descansos cuando estamos utilizándolos. Por ejemplo, cada 20 minutos de uso intercalar 20 segundos de relajación.
Los ojos estarán siempre mejor protegidos si usamos gafas oscuras, aun cuando no exista mucha luz solar, como ocurre en invierno, ya que los rayos UV siguen actuando y pueden generar problemas como cataratas, quemaduras de retina y otros parecidos. Naturalmente, las gafas de sol deben estar homologadas para una protección absoluta y fiable.
Si ya utilizamos gafas, debemos extremar los cuidados en su mantenimiento, evitando cristales arañados o estructuras flojas y limpiándolas con productos de óptica adecuados. Respecto a las lentillas, aún hay que ser más estricto, porque de un mantenimiento inadecuado podemos contraer infecciones. Por eso, habrá que ser muy escrupuloso y lavarse bien las manos antes de ponérselas o quitárselas y nunca humedecerlas con saliva, porque así introducimos multitud de bacterias de la boca en el ojo.