Las alergias oculares son una reacción a alérgenos del interior y del exterior que afectan a sus ojos y causan una inflamación conjuntiva, el tejido que reviste el interior de sus párpados.
Ejemplos de alérgenos transportados por el aire son el moho, el olor de las mascotas y el polen. Muchos alimentos pueden causar alergias pero no reacciones alérgicas en los ojos. Su cuerpo puede reaccionar también a las gotas o al maquillaje, que últimamente causan muchas alergias en los ojos. Muchas personas son alérgicas a los conservantes que hay en las gotas, si nota que al usarlas aumentan las molestias en los ojos, consulte a su óptico para que le proporcione unas gotas sin conservantes.
Para aquellos que utilicen lentes de contacto, esta situación es muy incomoda, ya que el lagrimeo y la inflamación causa molestias en los ojos y visión borrosa. Utilizar lentes diarias en esta ocasión es una opción para reducir los síntomas de alergia. Al utilizar un nuevo par de lentillas todos los días, se reduce la acumulación de polvo, polen y otras sustancias irritantes.
Si no usa lentillas desechables, es importante limpiar frecuentemente las lentillas es estos periodos para eliminar todos los restos de alérgenos que puedan quedar adheridos a la lente.
También puede usar gotas para los ojos, están disponibles como gotas asépticas para limpiar los ojos (suero fisiológico o lágrimas artificiales) y también las hay que contienen uno o más ingredientes activos para combatir los efectos de la alergia ocular. Los antihistamínicos ayudan con muchos de los síntomas atribuídos a los alérgenos aéreos como los ojos acuosos o los estornudos.
Ante la aparición de los síntomas, os recomendamos visitar a un oftalmólogo especializado y a un inmunólogo, quienes realizarán los estudios de diagnóstico para determinar el tipo y el grado de afección y las diferentes pautas de tratamiento y prevención.